Con multitud de funciones metabólicas, de almacenamiento, biotransformación, filtración y desintoxicación, este órgano es clave para conservar una salud robusta y duradera.
El hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo, se sitúa en la parte superior derecha del abdomen por debajo del diafragma y es responsable de más de 500 funciones vitales en nuestro organismo, con lo cuál puedes entender la importancia de conocer su estado, valorar acciones y en definitiva cuidarlo al máximo.
Podemos destacar 5 funciones principales
A. Síntesis de proteínas: Nuestro hígado sintetiza aproximadamente el 90% de las proteínas plasmáticas, las que a su vez están implicadas directa o indirectamente en multitud de funciones como puede ser construcción, reparación y regeneración del tejido muscular, transporte de otras sustancias (por ej: colesterol HDL), etc.
Metabolismo de las grasas: Oxidación de algunos lípidos a partir de los cuáles se obtiene energía en las células. Formación de lipoproteínas (necesarias para el transporte del colesterol). Conversión de grandes cantidades de carbohidratos y proteínas en grasa.
Metabolismo de los carbohidratos: Almacenamiento de glucógeno que permite evitar una hipoglucemia. Conversión de galactosa y fructosa a glucosa. Producción de glucosa a partir de precursores como pueden ser amino-ácidos o compuestos lípidicos.
B. Función de filtrado en la cual podemos diferenciar:
Estas tres funciones de desintoxicación, secreción y eliminación comprenden las siguientes tareas:
- Eliminación o excreción de fármacos
- Inactivación de hormonas
- Transformación de la bilirrubina
- Metabolismo del alcohol
2. Eliminación de fármacos. Todos los compuestos químicos ajenos al organismo son reconocidos como extraños y son eliminados con el fin de evitar su acumulación y posible toxicidad se realiza en dos fases.
2. Inactivación de hormonas. Múltiples hormonas que se producen en el organismo son inactivadas en el hígado.
En casos de cirrosis hepática avanzada la función del hígado disminuye y el paciente puede presentar interacciones hormonales excesivas o aberrantes. Una de las más conocidas es la modificación en los ciclos circadianos, la disminución de estrógenos y testosterona o bien la tendencia a la hiperpigmentación. Otros ejemplos incluyen la alteración en la termorregulación o bien la retención de sodio y agua que ocasiona líquido en el vientre (ascitis) y en los pies (edema).
3. Transformación de la bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento amarillento que se genera durante la descomposición normal de los glóbulos rojos. La bilirrubina pasa a través del hígado y, finalmente, se expulsa del cuerpo. Los niveles de bilirrubina por encima de lo normal pueden indicar diferentes tipos de problemas hepáticos o del conducto biliar.
4. Metabolismo del alcohol. El hígado del ser humano está equipado con poderosos sistemas para metabolizar y eliminar el alcohol. El alcohol puede ingresar al organismo en forma de diversas bebidas pero también puede generarse en pequeñas cantidades en el colon a través del proceso de fermentación intestinal. Cuando se ingiere alcohol, el 20% se absorbe en el estómago y el 80% en el intestino delgado. Posteriormente pasa a la sangre y las células hepáticas se encargan de su metabolismo.
C. Función almacenadora de nutrientes
1. Grasas. Hasta 75 gramos, lo cual representa un 5% de su peso.
2. Carbohidratos. Hasta un 10% de su peso, que equivale a 150 gramos, en forma de glucógeno que puede ser transformado en glucosa en situaciones de ayuno.
3. Vitaminas liposolubles e hidrosolubles. Destaca en particular la vitamina A que se concentra en las células de Ito.
4. Hierro y otros minerales como zinc y cobre
D. Función de defensa o inmunológica
Nuestro hígado realiza una potente acción de neutralización de toxinas y microorganismos patógenos gracias a las llamadas “células Kupffer” que ejercen funciones vitales para el organismo tales como la eliminación de sustancias extrañas y la regulación de la respuesta inflamatoria e inmunitaria.
E. Función digestiva
Se refiere específicamente a la producción de bilis por las células hepáticas.
La función de la bilis es actuar como detergente ayudando a emulsionar las grasas, lo cual facilita su digestión y posterior absorción. Por su alto contenido en bicarbonato también ayuda a neutralizar el pH ácido proveniente del estómago. Permite eliminar excesos de bilirrubina y de colesterol.
La vesícula biliar almacena alrededor de 50-75 mL de bilis. La concentración de solutos es mayor que la observada en la bilis hepática, tan y como se observa en el cuadro anexo.
En caso de ingesta de alimentos del alto contenido en grasa, la vesícula puede contraerse y liberar de manera rápida su contenido hacia el duodeno.
La contracción de la vesícula se realiza principalmente por la hormona colecistoquinina o bien por la acetilcolina.
Hasta aquí expuse un breve resumen de algunas de las características más destacadas en el siguiente artículo abordaremos como podemos cuidar a este preciado órgano y mantenerlo sano durante muchos años.
Leo Moves / Barcelona 15.11.2021